¡¡Crisis en Tailandia!! ¿Está todo perdido?

Introducción: el mito dorado del cannabis

Os voy a contar los riesgos y oportunidades reales en la industria del cannabis: lo que nadie te cuenta …

Vivimos en una época en la que el cannabis ha pasado de la clandestinidad al escaparate global, a ser incluso una «moda» más. Hoy en día, los usuarios ya no se esconden ni se sienten tan criminalizados como en años atrás. Incluso diría que ya está mejor visto que el cigarrillo. Vemos cómo artistas famosos lo consumen abiertamente, cómo empresarios influyentes como Elon Musk lo han usado en público, normalizándolo. Para algunos es sinónimo de calidad de vida, para otros un placer. Pero lo que sí es seguro es que para una gran parte de la humanidad representa una biomedicina que no se está respetando como tal.

La industria parece un terreno fértil para hacer fortuna, y no faltan quienes piensan que montar una empresa cannábica es tan sencillo como sembrar, cosechar y vender. Recuerdo una frase que escuché hace algún tiempo: «si mi abuelo era agricultor y no sabía leer ni escribir, yo que soy más listo seguro que puedo hacerlo mejor». Pero esta industria no es agricultura tradicional. Esto no es tomate ni pepino. Esto es medicina, y eso cambia toda la historia.

Y es precisamente por este tipo de planteamientos erróneos que los datos reales muestran otra cara: más del 90% de las startups de cannabis fracasan en menos de cinco años. En este artículo quiero explicarte por qué sucede esto, qué está ocurriendo concretamente en Tailandia (país donde resido desde el año 2021), y por qué, a pesar de la crisis, sigue habiendo grandes oportunidades si se entra con inteligencia, conocimiento técnico y visión empresarial.

La realidad global: más fracasos que éxitos

Desde mi experiencia asesorando proyectos en más de una decena de países, puedo decirte con claridad: la industria del cannabis es una de las más exigentes y sobrevaloradas por quienes la ven desde fuera. Según MJBi Daily y otros informes serios, más del 60% de las licencias emitidas en mercados pioneros como Canadá o California han sido abandonadas, revendidas a pérdida o canceladas en los últimos años.

¿Por qué fracasan? Porque muchos emprendedores entran mal asesorados, pensando que esto es un sector fácil y con márgenes desorbitados desde el inicio. Y si a eso le sumamos el ego de ciertos empresarios que creen saber más que los expertos, y que no están dispuestos a escuchar, el resultado es un cóctel de errores graves.

Los errores más comunes que he identificado como consultor internacional:

  • No entender en profundidad las normativas GACP (Good Agricultural and Collection Practices) ni GMP (Good Manufacturing Practices), y sus implicaciones técnicas, logísticas y documentales.
  • Subestimar la complejidad de la trazabilidad y el cumplimiento regulatorio. 
  • Pensar que tener una planta creciendo es sinónimo de tener un producto vendible, cuando en realidad hay estándares farmacéuticos estrictos que cumplir. 
  • Apostar por macro instalaciones de cultivo sin haber validado un mercado real. 
  • Carecer de un equipo técnico capacitado que entienda desde fisiología vegetal hasta calidad postcosecha.
  • Desconocer los costos reales de producción y sobrestimar la rentabilidad en el corto plazo. 
  • No tener contratos de compra ni una red comercial sólida antes de producir. 
  • No contemplar auditorías ni protocolos de calidad exigidos por distribuidores farmacéuticos internacionales.

Tailandia: del paraíso cannábico a la realidad del mercado

Tailandia sorprendió al mundo con su legalización del cannabis. Fue el primer país del sudeste asiático en liberalizar la planta a gran escala, despertando el interés de miles de pequeños productores, inversores extranjeros y emprendedores. Pero esa apertura vino sin una regulación clara, sin límites precisos, y sin una estructura de control profesional.

El resultado fue una sobreproducción desordenada, sin estándares de calidad. Miles de actores entraron al mercado, muchos de ellos sin ninguna experiencia en cultivo profesional, sin protocolos sanitarios y sin entender lo que implica cumplir con normativas internacionales. Las flores empezaron a venderse por debajo del coste de producción real, lo que provocó una caída masiva de precios y el cierre de muchas granjas. El mercado se inundó de producto de baja calidad que no puede exportarse ni usarse como base para la producción de medicamentos.

Hoy, Tailandia está atravesando una crisis estructural del sector. Pero esta no es una crisis terminal. Es una purga necesaria.

Las verdaderas oportunidades no han desaparecido: sólo han cambiado de forma

Lo que está ocurriendo es una depuración natural. Y los que han hecho las cosas bien —cumpliendo con GACP, con ISO 22000, invirtiendo con criterio, escuchando a profesionales, y orientando su producción a mercados regulados— hoy están más sólidos que nunca.

Estas empresas están cerrando acuerdos con compradores en Australia, Reino Unido, Suiza, Alemania y otros países europeos. Han logrado demostrar que Tailandia puede producir cannabis medicinal de alta calidad a un coste competitivo, incluso por debajo del de países tradicionalmente económicos como Sudáfrica.

Las empresas profesionales tailandesas hoy:

  • Producen bajo estándares farmacéuticos reales.
  • Tienen documentación completa y procesos auditables.
  • Han invertido en post cosechas limpias, salas controladas, sistemas de monitoreo ambiental, cámaras de secado con control de humedad, y protocolos de higiene acordes con la exportación medicinal.
  • Ofrecen un precio de flor GACP por gramo que es difícil de igualar en otros mercados, con una calidad que cumple incluso para transformarse en API (active pharmaceutical ingredient).

Mientras unos se lamentan, otros vemos una transición estratégica que dejará fuera a los oportunistas y dará paso a los actores que realmente merecen quedarse.

¿Dónde está el valor real hoy en Tailandia?

  • Hay instalaciones abandonadas con infraestructuras básicas funcionales que pueden comprarse o arrendarse a precios ridículos.
  • Muchas de esas granjas solo necesitan un rediseño técnico y una inversión enfocada para volver a ser rentables cumpliendo normativas GACP.
  • Tailandia ya ha exportado oficialmente cannabis con fines médicos, lo que valida su marco legal cuando se hace bien. 
  • Hay rutas abiertas de exportación que permiten a empresas con calidad certificada posicionarse en Europa y Oceanía. 
  • El nuevo marco regulatorio (previsto entre 2026 y 2027) apunta claramente a restringir el uso recreativo y enfocar la industria al cannabis medicinal, favoreciendo a quienes ya se hayan profesionalizado. 
  • Grandes grupos internacionales están invirtiendo en Tailandia, tercerizando su producción allí para aprovechar los bajos costos y la experiencia local acumulada.

Mi rol como asesor estratégico y auditor técnico internacional

Desde hace más de 10 años trabajo con empresas de todo el mundo ayudándoles a construir, evaluar, escalar o recuperar proyectos de cannabis medicinal. Mi objetivo es simple: garantizar que cada decisión técnica esté respaldada por datos, experiencia y cumplimiento normativo.

En Tailandia, soy el punto de unión entre productores serios y compradores internacionales. Evalúo instalaciones personalmente, verifico la documentación técnica, diseño planes de mejora, y sobre todo, protejo los intereses de quienes quieren hacer negocios reales en esta industria sin caer en trampas.

Trabajo con farmacéuticas, laboratorios, distribuidores, family offices e inversores que necesitan garantías. Conmigo, cada paso está auditado, trazado y planeado.

Reflexión final: no huyas de la crisis, interprétala con inteligencia

La industria del cannabis no es para todos. Y menos aún en tiempos inestables. Pero para quienes se preparan, entienden la normativa, tienen una visión estratégica y están dispuestos a rodearse de expertos, el cannabis sigue siendo una de las industrias con mayor potencial de crecimiento y rentabilidad del mundo.

Tailandia, lejos de haber perdido su oportunidad, está a punto de redefinir su papel en el tablero internacional del cannabis medicinal. Y si sabes moverte ahora, en plena crisis, podrás cosechar los beneficios cuando el mercado se estabilice.

Cuenta conmigo si estás pensando en:

  • Invertir en una instalación profesional.
  • Adquirir una granja abandonada y convertirla con estándares GACP. 
  • Comprar flores certificadas para exportación. 
  • Conectar con distribuidores internacionales serios. 
  • Desarrollar un modelo de producción y trazabilidad legal.
  • Comprar lotes de semillas legales para crear tu propio banco. 
  • O si simplemente necesitas un mentor técnico que te guíe y te ayude a no cometer errores fatales.

La industria sigue viva, solo hay que saber mirar en la dirección correcta.

Autor:

Pedro Coves

Asesor Técnico Internacional | Especialista en GACP/GMP | Representante de Compradores

EM

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